Los implantes zigomáticos (también llamados cigomáticos) son una solución perfecta para aquellos pacientes que no tienen hueso maxilar y que, por tanto, no pueden recibir un tratamiento tradicional de implantes. Estos implantes se colocan de forma fácil y rápida y permiten fijar los dientes el mismo día que se realiza el tratamiento.
Existe un porcentaje de pacientes que sufre una pérdida total o parcial del hueso maxilar. Se trata normalmente de personas que han estado sin dientes durante mucho tiempo, que han tenido enfermedades periodontales o han llevado prótesis removibles. Anteriormente, estos pacientes tenían que someterse a injertos y a largos tratamientos para tratar de reconstruir el hueso. Además de los inconvenientes de las intervenciones, los pacientes pasaban muchos meses sin dientes. Los implantes zigomáticos han supuesto una revolución porque ofrecen una solución rápida, segura y muy poco invasiva.
¿Cómo se realiza el tratamiento del implante zigomático?
Los implantes se colocan en la zona del pómulo, en el arco zigomático. Si es posible y existe algo de hueso maxilar, también se fijan algunos puntos en su zona anterior. Estos implantes permiten la carga inmediata, es decir, una vez fijado el implante, a las horas, se puede colocar una prótesis fija y, al cabo de unos cuatro meses, se coloca la prótesis definitiva. Todo el proceso es muy poco invasivo para el paciente y la recuperación es sencilla y no suele presentar complicaciones.
La colocación de los implantes cigomáticos tiene que llevarse a cabo por un profesional formado en este ámbito. Existen pocas clínicas donde se realice este tratamiento debido al alto grado de especialización que requiere. En nuestras clínicas dentales José Luis Mejía de Madrid, Toledo, Belmonte de Tajo y Villafranca de los Caballeros podemos valorar tu caso y, si es necesario, ofrecerte este tratamiento. La primera visita y todas las revisiones son gratuitas.