Todos sabemos que el azúcar daña nuestros dientes y que tiene efectos negativos en nuestra salud bucodental. Pero, ¿sabemos realmente cómo nos afecta? El consumo excesivo de azúcar, además de estar relacionado con la obesidad o las enfermedades cardiovasculares, también aumenta el riesgo de padecer patologías dentales.
El azúcar está presente en muchos de los alimentos que consumimos. No solo lo encontramos en las gominolas o en la bollería, sino también en una gran cantidad de alimentos procesados como los cereales, los yogures o los zumos de frutas, entre muchos otros.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de media consumimos el doble de la cantidad diaria de azúcar recomendada. Y es que la ingesta de azúcar no debe aportar más el 10% de las calorías que consumimos tanto los adultos como los niños en un día.
Pero, ¿qué provoca en mis dientes?
- Aumento de la placa bacteriana: las bacterias se reproducen más cuando tomamos una cantidad de azúcar por encima de la recomendada. Al endurecerse, esta placa es muy difícil de retirar con el cepillado.
- Inflamación de las encías: al endurecerse, la placa bacteriana inflama las encías. Esto provoca dolor, aumenta la sensibilidad dental e, incluso, en casos muy extremos, puede acabar derivando en la pérdida de dientes.
- Aumento del ácido: los azúcares libres se convierten en ácidos por la acción de la placa bacteriana. El ácido, a la larga, daña el esmalte.
- Riesgo de caries: el aumento de ácidos y de placa bacteriana que no se consigue eliminar con el cepillo de dientes, puede provocar caries.
Las caries, como la mayoría de las enfermedades bucodentales, se pueden prevenir y tratar en sus etapas iniciales para impedir que se conviertan en problemas mayores. Además, si reducimos los factores de riesgo como el consumo de azúcar, podemos evitar en gran medida su aparición.
¿Qué puedo hacer?
- Por supuesto, limitar el consumo de azúcar y seguir una dieta sana y equilibrada, que incluya frutas y verduras y agua como bebida principal.
- Cepillarse los dientes después de cada comida. Usar hilo dental y enjuague para que la limpieza sea completa.
- No tomar alimentos azucarados entre horas ya que, normalmente, no nos lavamos los dientes después de estos picoteos.
- Acudir al dentista al menos una vez al año. Las revisiones periódicas nos permiten detectar los problemas a tiempo y evitar que se produzcan complicaciones. Recuerda que en nuestras clínicas dentales de Toledo, Belmonte de Tajo y Villafranca de los Caballeros la primera visita es gratuita.