Cepillo de dientes

¿Cómo se recicla un cepillo de dientes?

Se recomienda cambiar de cepillo de dientes cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas. Pero, ¿cómo se recicla un cepillo de dientes? ¿Sabemos hacerlo correctamente?

Según datos de la asociación WWF, cada año se desechan en todo el mundo más de 3 billones y medio de cepillos de dientes. La mayoría de ellos no se reciclan y acaban en nuestros ríos y océanos. De hecho, el 1% de los residuos plásticos de contaminan los océanos son cepillos de dientes. Se trata, además, de un producto que tarda más de 500 años en descomponerse

¿Por qué es tan complicado reciclar un cepillo de dientes?

Aunque están hechos mayoritariamente de plástico, es un error muy común tirarlos al contenedor amarillo. Los cepillos de dientes no se consideran envases porque, además de plástico, también están compuestos de nylon. Al estar formados por diferentes componentes son muy difíciles de separar en las plantas de reciclaje, por lo que no se les puede dar un segundo uso si se tiran al contenedor amarillo.  

Si lo vamos a tirar a la basura, lo correcto es tirarlo al contenedor gris para que se extraigan los materiales reciclables y se incineren o se envíen a un depósito. En el contenedor gris es donde debemos tirar también las maquinillas de afeitar u otro tipo de productos sanitarios. Los tubos de pasta de dientes, en cambio, sí que deben reciclarse en el contenedor amarillo. 

Sin embargo, lo ideal es llevar los cepillos de dientes a uno de los más de 1.700  puntos limpios que existen en España.  En estas instalaciones se encargarán de gestionar la separación de las diferentes materias primas para su posterior reutilización en otros productos. El objetivo es contribuir a la economía circular dando una segunda vida a los plásticos. 

¿Y cómo reciclo un cepillo de dientes eléctrico?

Los cepillos de dientes eléctricos están considerados como pequeños electrodomésticos. Como tienen baterías y componentes eléctricos, no es aconsejable tirarlos al contenedor gris. Lo más sostenible es llevarlos al punto limpio donde lo enviarán a la planta de tratamiento correspondiente para aislar los elementos más peligrosos y reciclar aquello que se pueda. 

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